El de escritor es un oficio complicado e inseguro. Un día la gloria, al otro el abismo, y por eso siempre es necesario mantenerse vigente.
Víctor lo supo, lo sabe, y por ello decidió recurrir a lo más bajo que puede caer un escritor: A la copia, disimulado acto de tomar frases, párrafos e ideas ajenas, adornarlas, adelgazarlas y ordenarlas como propias. Y así dio paso a un exitoso y aclamado libro, que no tardó en ser blanco de severos cuestionamientos acerca de la originalidad del material escrito... Muchos expertos literarios levantaron sus opiniones en contra de Víctor, quien aseguraba haber escrito todo, absolutamente todo lo escrito en el libro había sido digitado por él... y tenía razón; de sus propios dedos y yemas habían sido escritas las palabras que fueron tomadas de otras páginas, y dado que sólo habló de palabras tomadas de otras páginas, no pudo probarse plagio alguno en su contra.
Pese a la rabia e impotencia, los colegas de Víctor debieron admitir el cínico ingenio del poeta para defenderse y salir airoso del paso... sin mentir.
3 comentarios:
Hola Felipe!!
mish.. otro blog!! que bien... mm.. oye..es uno de tus cuentos??? o estoy equivocada... esta bastante interesante lo que escribiste..pero espero la tercera parte!
ya niño..cuidate montones..
abrazos!
Feli, dejo de entrar a tu blog un par de días y ya tienes 4 posteos nuevos!!! =)
Se nota que estuviste en casita... jejeje
Besos!
Para Pilyta: Sip... Todo lo que aquí publico es creación mía, ya sean cuentos, opiniones, comentarios, reflexiones, salvo que cite específicamente a alguien, allí lo indico. ;)
Y no lo había pensado para tercera parte... pero podría ser una trilogía... Saludos!!
Para Andy: Hola!! Tienes razón... aproveché al máximo el estar en Viña, en casa con internet, y por eso escribí harto. ;)
Saludos a ti y a Seba, y ojalá que Seba escriba más en vuestro blog.
Chau!!!
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