Este músico comenzó desde adolescente a escribir sus temas, adoptando el pseudónimo de Bob Dylan, a modo de homenaje el poeta Dylan Thomas.
Si bien en sus inicios no fue bien recibido (principalmente por su voz áspera, poco convencional), posteriormente lograría el ansiado reconocimiento del mundo y de sus colegas, que vieron en él una fuerza renovadora, acorde a los cambios vertiginosos de la década del 60, cuyas letras marcaron un antes y un después en el mundo de la música.
No obstante antes de Bob Dylan hubo músicos que trataron temas políticos y sociales en sus canciones, fue este hombre, quien dotado de una extraordinaria capacidad y cualidad lírica, el que golpeando con su guitarra y armónica logró abrir paso a temáticas diversas, muchas vistas como tabú o prohibidas en canciones de moda de la época.
Lo más sorprendente de los primeros años de Dylan es su despegue musical. Su primer álbum (Bob Dylan, 1962), muestra a un músico poco creativo, con sólo dos temas originales en el disco, mostrando sin disimulo sus influencias de Blues y folk, y sin embargo su segundo disco (The Freewheelin’ Bob Dylan, 1963) enseña a un compositor mucho más maduro, con temas originales que se transformarían en todo un ícono de la época, como Blowin’ in the wind y A Hard Rain’s A-gonna Fall, entre otras.
The Times They Are A-changin’ de 1964 fue una especie de catarsis para Dylan, en lo referente a sus relaciones personales y con la sociedad, para posteriormente publicar Another Side of Bob Dylan, en el mismo año.
El disco que marcó la transición hacia un Dylan más ecléctico y eléctrico en términos musicales fue Bringing It All Back Home (1965, con la excepcional It’s Alright, Ma), cambio que en su momento no fue bien recibido, que culminaría en el (ahora) aclamado como su mejor disco de todos los tiempos: Highway 61 Revisited (1965), que definitivamente dejó atrás la época de la guitarra y la armónica, para acoger nuevos intrumentos y sonidos, claro que más adelante volvería a la guitarra y la armónica, sin la antigua creatividad.
A mi juicio, este disco contiene una de sus mejores letras; la mítica Like A Rolling Stone.
Blonde On Blonde de 1966 nos muestra a un Dylan más tranquilo, acústico, sin dejar de lado su compromiso letrístico. Sin embargo, pareciera ser que la leyenda como tal llegaría a su fin creativo luego del tristemente célebre accidente en moto, que le llevó a encerrarse en su casa, para salir en forma más o menos esporádica, con su grupo The Band.
De allí en adelante su carrera nunca volvería a ser la misma, salvo esporádicas luces, flashes de genialidad como en Planet Waves (1974), Blood On The Tracks (1975, personalmente, no me gusta), Time Out Of Mind (1997), o su más reciente disco, Modern Times (2006). Pero ciertamente que no es el Dylan de antaño. Después de todo, “Los tiempos están cambiando”.
Bob Dylan, una leyenda que vivirá en sus letras por muchos años más que el mismo hombre que las escribió, el mismo hombre que alguna vez dijo: Yo sólo soy Bob Dylan cuando tengo que ser Bob Dylan. La mayor parte del tiempo quiero ser yo mismo. Bob Dylan nunca piensa sobre Bob Dylan. Yo no pienso en mí mismo como Bob Dylan. Es como dijo Rimbaud: Yo soy el otro.
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