Discurso Presidencial a la Nación

En realidad ese nombre me suena más justo y adecuado que el de "Cuenta Pública", ya que, a mi entender, en una cuenta pública se dan a conocer los gastos e inversiones, y también avances y retrocesos ocurridos durante un tiempo, y ciertamente que en poco más de una hora y media (como fue el discurso de hoy) eso es imposible de hacer.
Mucha era la presión que tenía encima la presidenta Michelle Bachelet. Las críticas más numerosas que los elogios asomaban como un inminente terremoto de voces y protestas en el Congreso Nacional y sus alrededores. Sin embargo, ello pareció no incomodar mucho a Bachelet, quien comenzó su discurso hablando de la "decisión y serenidad" que le caracterizan a la hora de tomar desiciones, en abierta alusión a quienes ven en ella ineficiencia e incapacidad de liderazgo.
Y ya que es el tema de moda tanto en los medios de comunicación como en la opinión pública, la presidenta empezó su monólogo hablando del bullado Transantiago, en el cual reconoció errores propios y de la cohalición de gobierno a la que representa (Concertación), pidiendo disculpas a los usuarios y público en general.
No obstante ello, sólo se limitó a hablar de dos proyectos de ley en concreto en relación a la creación de organismos administradores para el asunto de gestión y vigilancia... y nada más... Ni una palabra del cuestionado traspaso de fondos del metro al Transantiago, o los famosos 290 millones de dólares que se necesitan para "prestarle" plata al administrador financiero... algo sumamente extraño, si se piensa que uno de los integrantes de esta asociación es el Banco Central... o sea, se le está prestando plata a un banco... curioso... Eso sí, recalcó la presidenta que no subirán las tarifas de la locomoción. Veremos si se cumple o no.

El discurso prosiguió con el tema de Prosperidad y Optimismo, nuevamente aludiendo a voces críticas, que parecen sólo ver cosas negativas y fallas en el gobierno. Es tradicional que en este tipo de discursos se hable de cómo se percibe positivamente a Chile en el extranjero, y esta vez no fue la excepción.
Se hizo hincapié en completar las 4 metas principales del gobierno de aquí al 2010, y posteriormente habló acerca de la administración "austera" de las platas, que bien sabido es, de los excedentes del cobre. Y como no entiendo mucho de economía, no sé bien en qué influirá la reducción del 1% del Superávit Estructural al 0,5%, pero al parecer servirá para disminuir la deuda pública, estabilizar al Banco Central, y otros...
Uno de los pilares de la presentación fue la Educación, en propias palabras de la presidenta "el compromiso general del gobierno", en donde se anunciaron medidas concretas como la Nueva Ley General de la Educación (en reemplazo de la criticada LOCE), el proyecto de ley para la creación de una Superintendencia de Educación, e invertir 650 millones de dólares adicionales para esta cartera.
Otro de los temas bien señalados fue el de la Vivienda, y por ende, los deudores habitacionales, en donde también fueron anunciadas medidas concretas, de cancelación de deudas en casos específicos, préstamos, etc.
Sin embargo, en otros temas las medidas concretas fueron escasas o nulas, con frases vagas como "crearemos... se necesitan... hay que...", etc y etc, como en Empleo, Deporte (sólo se habló de la inversión en estadios con miras al Mundial Femenino 2008 y la Copa América 2011, nada acerca de otros deportes), Agricultura, Turismo, etc, y en ello quiero hacer una reflexión, a modo de eje central de estas líneas.
Parece ser que en todo esto de diseñar medidas y aplicarlas existe una enorme influencia de los medios de comunicación, de la prensa, a modo de orquesta de los pensamientos de la gente y la política, entonces, si sale mucho en las noticias y los diarios, los conflictos ejercen mucha más presión que si no aparecen muy seguido, o en forma de "breves nacionales".
¿Por qué no se dijo una sola palabra acerca de la tragedia de Coyhaique, por ejemplo? ¿o las demandas de otras partes de Chile, como Chiloé y el puente? Porque los medios de información no informan de ello, e informan de lo que piensan que es información importante... Y lamentablemente en ello existen muchos tipos de intereses creados, económicos y políticos (comparen los noticiarios de TVN y Megavisión, o de La Nación v/s El Mercurio, por ejemplo).
Al fin y al cabo, parece que en esto de la política cada uno vela por lo que le conviene.
Es cosa de ver el descontento ciudadano general. Porque leyendo entre líneas las encuentas y los sondeos de opinión, la baja en apoyo a la Concertación no se ha reflejado en un aumento en el apoyo a la Alianza, que a mi parecer ha desperdiciado una oportunidad formidable para contraatacar con medidas serias y concretas la crisis de la Concertación, quedándose casi en puras críticas y bla-bla. En el fondo se percibe que la política en Chile, globalmente, está funcionando mal.

Pero claro, eso no podía ser dicho, ni siquiera atisbado por la presidenta, y el discurso estuvo marcado por el optimismo, en temas como Transparencia ("Chile es más transparente que ayer"), Infraestructura y Desentralización, entre otros.
Tampoco faltaron las críticas y contrarespuestas a la Oposición, como cuando apuntó sobre la Reforma al Sistema Electoral, el tema de los Derechos Humanos, y en el llamado a un clima favorable para el desarrollo de Chile.

Lo más "sospechoso" de todo fue antes y después del discurso, cuando a la entrada del Congreso Bachelet fue recibida con una cerrada ovación, sin ningún tipo de abucheo, y terminada la exposición fue vitoreada y aclamada; "Michelle, Michelle", caían los gritos desde la tribuna... Mmm... Y pensar que hace pocos días ella y sus pares caían drásticamente en las encuestas...

Vamos a ver qué pasa más adelante con todas las medidas y proyectos de ley planteados.
Por ahora, "se levanta la sesión", y cada partido político, asociación, persona, puede sacar sus conclusiones.