sábado, diciembre 22, 2007

Viernes 21 de diciembre: El reencuentro

Dicen que el tiempo pasa volando y que uno no se da cuenta y ya han transcurrido los días, meses y años, y la vida sigue avanzando...
En mi caso puedo decir que ha sido así durante este 2007, aunque en ocasiones los minutos han transcurrido muy lentamente, y así me sucedió este viernes en la tarde, a eso de las 15.30 horas, cuando me senté a descansar y esperar que llegara la hora acordada, las 16.00 horas, para juntarme con parte de mi familia a la salida de mi trabajo, en el hospital de Puerto Montt.
Y cuando finalicé de atender pacientes en Traumatología, me senté, y ví como el tic-toc del reloj se hacía tensamente lento... Sentí una serie de emociones revolviéndose en mí, de forma desordenada, adolescente, infantil, adulta, y es que hacía más de un año que no compartía al mismo tiempo con mi hermana, mi hermano y mi madre.
A decir verdad la noticia de su venida acá a Puerto Varas a pasar la Navidad conmigo iba a ser una sorpresa, pero debido a que mi estado de ánimo había estado bajo últimamente, mi madre decidió "echar a perder" la sorpresa, y darme una gran alegría al anunciar lo que se vendría...

Tan nervioso y ansioso estaba que comencé a caminar, vagar por los pasillos del hospital. En eso, me topé con una enfermera y conversamos un rato, ya con mi garganta algo más seca y apretada, cuando suena mi teléfono, y sí!!!!!!!! Es Marcia!!!! Mi hermana!!! Y unos 15-20 minutos después de esa llamada vi al taxi trayendo a Ponky, Marci y Soledad.

El reencuentro fue hermoso, con mucha emoción, de abrazos sinceros, contenidos, con un caluroso día de escenario para esas palabras y saludos.
Fue algo que había estado esperando por mucho tiempo, y de inmediato salimos a caminar, recorrer un poco Puerto Montt, haciendo algunas compras restantes para Navidad, y luego tomamos el bus a Puerto Varas, en donde pudimos notar el cansancio; el de ellos, después de un largo viaje en bus; y el mío, gracias varias semanas difíciles en el trabajo, pero nada de eso importó mucho ese día.
Lo más asombroso de todo es darse cuenta que a pesar de la distancia y las vidas alejadas del otro, un reencuentro tras más de un año sin ver a otra persona (mi hermana), deja en claro los fuertes lazos de fraternidad, de amistad y amor que existe en mi familia. E incluso no fueron necesarias mayores conversaciones de cómo habían sido estos meses; bastaron saludos y momentos juntos para sentirnos como en casa, como que este año hubiera sido un "voy y vuelvo", con una vuelta a lo grande.

Ahora me siento feliz, como hace tiempo no me sentía, y muy agradecido de poder compartir con mi familia en Puerto Varas, en el hospedaje AMAC. Queda muy poco para Navidad y francamente estos días son el mejor regalo que haya podido tener.
Gracias a todos por leer y compartir estas vivencias conmigo.

3 comentarios:

Andy dijo...

Qué lindas fotos!!!
Que rico que ya hayan llegado!! Aunque no sabía que la Marcia igual iría, eso fue sorpresa para mí =)
Un beso grande y feliz Navidad!!

Anónimo dijo...

Hooola Felipe!

Me alegro mucho que estes bien y ahora aùn màs, disfrutando y regaloneando con tu familia!
Deseo que pases unas muy lindas fiestas.. y que no se pierda el verdadero sentido de la navidad.

Muchos abrazos!

Pily!

Unknown dijo...

Estas de verdad son unas vacaciones para mí, y una de las más preciosas que me ha tocado vivir.

No sabes cuánto te extrañaba, y reencontrarme contigo, viajar, el sur, mi familia, etc, etc todo ha confluido en esta mágica navidad

Un abrazo, feliz navidad y te quiero muchoooooooooooooooooo hermanito

PD: Nos vemos para el año nuevo !!!!