viernes, noviembre 02, 2007

El funeral



Mucha gente asistió al funeral de Sofía Retamal, una apreciada y reconocida, aunque no siempre querida, periodista y conductora de televisión. Entre los asistentes se pudo ver a familiares directos, vecinos, curiosos, ociosos, compañeros de trabajo, rostros y personajes públicos, incluso concurrieron políticos y artistas, además de las personas encargadas de oficiar la misa de descanso para Sofía. También hubo momento para los homenajes y palabras finales por parte de su hijo, de una antigua colega y de un senador. Lo curioso de todo, es que los discursos fueron dispares, incongruentes entre sí. Mientras el hijo habló de una madre ejemplar, devota de su familia, el senador manifestó su preocupación por la forma en que Sofía había educado a su descendencia; la periodista comentó en profundidad sobre los estudios en Europa de su colega, al tiempo en que el hijo lamentó que su madre no haya podido conocer más que su país (Chile) y Sudamérica.
No es de extrañar, entonces, el alboroto medianamente silencioso que se extendió entre los presentes, mezclándose la impotencia, el asombro natural y ensayado, el cruce ansioso de miradas y rumores, la respiración agitada y el nerviosismo, mientras el sacerdote al tanto de la complicada situación, invitó a todos a sentarse para concluir la ceremonia.
Al finalizar la misa, todas las personas se dirigieron al cementerio, en grupos diversos, con mayor holgura para expresar comentarios y opiniones acerca de la vida y sucesos de Sofía, algunos con fe sordomuda, otros reconociendo incertidumbre y nociones erradas.

Ya en el cementerio La Memoria Sofía fue sepultada lentamente, y la gente depositó muchas flores y algunos pedazos de papel con dedicatorias, preguntas y despedidas sobre su tumba. Pero las flores habían cambiado mucho ese día, gracias a llamadas urgentes a la florería, colores de último momento, pétalos deshojados, otras flores engrosando el ramo original, incluso algunas flores encontraron un triste destino en la basura. Y toda la gente abandonó el cementerio. Todos excepto Sofía.

2 comentarios:

xbelo dijo...

Interesante comentario sobre la muerte, algo inevitable, aun asi creo en la crionización, como sabes si algun día nos reviven?
Saludos!

[bug] dijo...

buen relato, viejo.

visita mi blog. sería bueno tener un posteo tuyo.

saludos colega rockero!