sábado, marzo 29, 2008

A propósito del Día del Joven Combatiente...

El revolucionario, el contestatario, como le gustaba hacerse llamar, está a punto de terminar con todas sus luchas, todos los combates que ha encabezado en el nombre de la justicia y los derechos del pueblo. Esta es la última lucha. Queda poco. La senda ha sido larga y compleja, pero ya se vislumbra el nuevo horizonte para él y los suyos. Libertad y justicia sin distinción... Y si la batalla termina, ¿ahora qué?. ¿No más paros, huelgas ni protestas? ¿Establecerse, sentar cabeza, acomodarse sin contestar, sin reclamar? ¿Ser mayoría, no minoría?
No. El revolucionario no termina la lucha, y se va, para volver a pelear más tarde, y más tarde también, mientras haya que pelear... porque hay que pelear.

domingo, marzo 02, 2008

Un nuevo espacio

Una nueva morada. Eso es lo que tengo, lo que vivo desde ayer en la tarde, cuando me cambié de vivienda; de una pieza al interior de un hospedaje, a una cabaña independiente, para mí solo, y ello me hacía una falta enorme. Y es que más allá de estar viviendo en otro lugar, lo que me da energía, me anima, me motiva, es el hecho de poder tener un espacio propio, al cual llegar después de una jornada de trabajo (que generalmente me dejan muy cansado, mentalmente hablando...), y si no tienes ganas de hacer nada más que tenderte en la cama y escuchar algo de música sin que nadie te moleste, lo haces!!! O lo mismo si a mitad de la noche te baja el hambre, vas y buscas algo del refrigerador, o prendes la tele, el fin de semana te levantas más tarde, y puedes estar en pijamas todo el día; o hacer una tarde de películas y lectura, o concentrarte y retirarte un poco buscando la serenidad necesaria para escribir unas buenas líneas; invitar a tus amigos a comer algo, en fin, tantas cosas que muchos de ustedes, a lo mejor, dan por sentado, pero cuando uno comparte espacio con personas más o menos conocidas (no estoy hablando de familia ni amigos) forzosamente quedan de lado.

No puedo; sin embargo, dejar de reconocer los beneficios de haber vivido 6 meses en una pensión; como haber ahorrado dinero suficiente para permitirme viajes a Viña del Mar y Concepción, comprar ropa de ocasión, renovar la música (CD's, radio, audífonos...), un flamante Laptop (o mal llamado Notebook), regalos, adquirir nuevas herramientas para enfrentar situaciones adversas, etc. Pero ello estuvo bien por un tiempo, y francamente me harté de esa vida en comunión.


Y es que en esto del o los espacios compatidos o propios, me viene a la mente una frase acerca de vivir de verdad, y uno vive en plenitud cuando habita realmente lo que hace... Ahora quiero estar así por más tiempo.

Y como dice un franco amigo por ahí... Gracias por venir.